Así de corta, así de melodramático
exagerado y sin esperanzas.
Duele...¿Cierto?
Aguanta
como si fuera tu primera vez.
No me digas nada.
Qué te imaginaste Romeo.
¿Un balcón podrido y una rosa?
Puedes esconder lo que quieras
si sabes disimular
la pena no tiene fondo.
Y yo no tengo pena por ti.
Pobre Romeo
tan triste
tan elocuente
gritándole poemas
a la calle
y a tu madre
mientras se fuma
nuestra despedida.
Pobre Romeo
quitándole el hueso
a perros de caza (casa)
que sirven de almohada
y colchón
bajo la estirpe
que sólo sabe aullarle
a la pobre luna.
viernes, mayo 22, 2009
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