miércoles, agosto 20, 2008

Árbol de la vida y la muerte


Junte hojas toda la tarde

amarillas y rojas hasta cansarme
siempre han sido mis favoritas
las embarradas y hartas de lluvia.

Preferí dormir bajo ramas
tragando lágrimas de savia
comprendí entonces la pena
la de las nubes no es de cualquiera.

Cargadas de enojo se quiebran
después de cada luna llena
otra estación se les escapa
a sus niños de verdes caras

A nosotros nos sigue la escarcha

los malos hábitos y la calma

Los vemos caer a pedazos

en años juntando recados

Con nombres tan variados

como tú les quieras llamar

crecerán firmes los verdes

de espinas rojas y fuertes

Bajo la corteza las ánimas

de la gente que donó su vida

El ciclo no se termina

nuestros huesos no son ceniza.-