quiero llorar sin que nadie me vea
y que mis lágrimas no me dejen ver
ni donde estoy parado
quiero sudar el alma hasta romperme
hasta quedar inválido
de tanto andar por el suelo
quiero rabiar tranquilo
sin rendir cuentas
quiero que me dejen solo
a llorar tranquilo
quiero que las paredes me abracen
y que se me caiga la baba
culpándome
quiero llorar hasta pesar dos kilos y medio
como un lactante
que nadie pueda contener mi pena
quiero llorar por estar afuera
por haberme adueñado de la solera
por ser al que nadie espera
quiero perder la vida
que se me destiñan los ojos
quiero que la luna
reconozca mis aullidos
quiero que recuerde
quiero que quiera
lo que quiera
que quiera
quiero morir
quiero que un blues acompañe
esta última pena.
domingo, mayo 31, 2009
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