domingo, mayo 17, 2009

De ramas y helechos

Me colgué de una rama
en mi hábitat natural,
no quise entender nada
sólo trepar, un poco más
antes de cansarme
del vértigo
y del ácido de las ramas.

He hecho hechos
sin relevancia,
poemas y canciones
que no marcan la pauta,
sentado en la copa
de un árbol
que se toma en botella.

Mojándome los pies
en tierra de nadie,
luchando contra la corriente,
rompiéndome las uñas
contra las piedras,
sin querer cambiar el hecho
de tener que ahogarme.

Saltando a lo inexplorado,
atrevido a ser sin extraños,
gritando un último llanto
muerto de risa
antes de tocar el fondo.
Tengo los labios morados
con mi dolor feliz y añejado.

Los pies tendrán cayos
sucios, nuevos o planos
mientras queden ganas
de seguir rodando
colina arriba
o cuesta abajo
el sudor del cuerpo y del alma.

Sangren o no sangren
las heridas de los pies
es parte del oficio,
es lo que hay que hacer.
Caminar hasta no poder,
no mirar atrás
seguir hasta llegar a ser.

Perdido en la mitad
de un lugar desconocido
he nacido y estoy vivo,
pero no es suficiente
ser un sonámbulo
que no cuenta los pasos
para dormir tranquilo.

Caminar sin rumbo,
vagar sin mundo
en el fin del sanjón
dándole la espalda al sol,
sin tener dios ni voz
que te reclame las malditas
horas de oficina.

Por eso elegí ser poeta
por la vida, por la muerte,
por lo poco que queda
antes de quedar postrado,
mirando el cielo, el infinito
sin haber quedado ciego
y sin tener algo que decir.

.............................
Porque cuesta
vale
porque se sueña
no se paga
porque no te duermes
se vive
porque mueres
das vida.


el hambre no se quita
se aguanta
se acostumbra
se abraza.

"El hombre no vive sólo
de pan
y agua".

No hay comentarios.: