el exclavo oxidado
sin punta
la saliente destruida
podrida
rasguña rodillas
en hincapiés añejos
de cañuelas frías
en la mancha
el descueramiento
la pobreza se desprende
en cáscaras de errores
el discernimiento
de los pilares de plata
que afirman el suelo
y ahora hacen falta
el exclavo rodador
en un agujero dilatado
la grieta en la madera
de cambiantes pisoteos
a los cimientos apolillados
va la inyección vomitiva
el circuito cortado
en el cajón de lo oxidado
recuerdos mentirosos
hablan en hasta nuncas
las promesas deudoras
de mujeres tumbas
el clavo nuevo
en un puesto viejo
pasó lo mismo
soy un señuelo.
jueves, enero 08, 2009
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