jueves, enero 08, 2009

el-la-los-la

la costumbre abierta
a nuevos contratos
los oídos abiertos
los ojos cerrados

se escapan pelusas
de rotos bolsillos
a mis viejos amigos
los siento perdidos

el frió entrecortado
entrefrio unido

los sueños de niño
son voces de exilio

de la mano del tiempo
las palmas se secan
las uñas se caen
las costras se quedan

parentesco bajo mesa
los condimentos áridos

bosquejos contraídos
en manteles blancos

la sal esparcida
en lenguas rabiosas

los platos vacíos
las migas, pocas.
los tenedores doblados
las cucharas perdidas

el té es tan escaso
las hormigas tan dulces

no nos queda jabón
ni tampoco pan duro

las termitas obesas
las polillas sin hambre

nuestro techo perforado
nuestra ropa gastada

las uñas no crecen
el alma enloquece
los piojos viejos
ya no se sienten.

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