siempre recuerdo la primera vez
que estiré mis cortos labios
para ayudarte a volar lejos
de tus problemas ingratos
adioses congelados en fotos
me cortaron las lágrimas
para que con ellas crearas
este feo cascarón vacío
mi reloj de bolsillo no mide
el tiempo que queda nos sigue
son sólo recuerdos trizados
entre vidrios rotos de ayer
Sé cuanto duele caerse
desde una altura infinita
bailando junto a la luna
el alma se nos derrumba
al vernos en reflejos líquidos
nos engañamos el uno al otro
con caras de rasgos cambiados
en sueños del amor culpable.
jueves, enero 08, 2009
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