¿valió la pena sacrificar a los compañeros
y compañeras?
el muerto sacrificado no se quejará jamás
solidariamente el desastre estaba
dispuesto de antemano
por una mano aún mucho más grande
que la de su Dios
No hay quién muera en vano
cuando se muere viviendo,
dejándose el cuerpo
de a pedazos
en los rincones más inesperados
y en las calles más concurridas
si se puede vencer en la vida
será morir viviendo
por las cosas que dieron vida
Si el olvido nos llegará a todos
démosle tiempo de reclamar
esperanzas de sobrevivencia
o de renacimiento
la llave del cuerpo es ciega
y no está hecha de fe
la cerradura es agonía
es abrigarse a uno mismo
con las memorias
de nuestros padres y abuelos
es morir de martir
en vez de envejecer viendo
que los martires se extinguieron,
que pudieron con ellos
el miedo, la muerte y el tiempo.
domingo, junio 21, 2009
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