Sufriendo apegado al dolor
sin querer botar el llanto
suspirando sin exhalar
pegándome hacia dentro
el pasado enjaulado
iluminando los ojos
las costillas convirtiéndose
en un ataúd hecho de garras.
Me tragué los dientes
y de a poco la cara
la espalda me abrazó
comiéndome el pecho
y de a poco fui perdiendo
también las uñas y las palmas.
jueves, junio 18, 2009
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2 comentarios:
notable wn.
mucha verdad ahí.
bueno bueno ah
bien hecho
justo y preciso
que bien
cuanto sabe
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