jueves, noviembre 30, 2006

Miren como va

Con sus zapatitos de charol y su camisa muy bien ordenada bajo su pantalón, camino frente a los invitados con tal gracia que parecía una actuación. No vacilo ni por un instante mientras recorría las caras de los que mas llamaron su atención. La gente se amontonaba al verlo pasar, murmuraban sin disimulo o se reducían simplemente a una agitada expresión de admiración. Entre la multitud que le abría paso se dirigió a la mesa del comedor, en donde solo encontró miradas de reproche y decepción. La mesa poseía una forma muy peculiar, además de ser exageradamente grande, tenia cinco lados iguales. Solo cuatro de ellos tenían ocupante y la silla que restaba estaba firmemente acomodada contra un lado de la mesa. Los individuos compartían tranquilamente de su propia compañía y parecían no esperar a nadie más. Entonces el niño con su carita llena de pena tomo la silla desocupada y se sentó, tragándose las lagrimas que en ese mundo significaban derrota y cobardía. Después de un día de ajetreo se encontraba exhausto por el cansancio y busco atención entre sus acompañantes para intentar enseñar lo que había aprendido. Pero no halló más que burlas y molestos comentarios apestados de una fría ironía. Cuyo único fin era de refregar en su rostro los errores mas superados. Sin saber que hacer se limito al silencio y guardo esos momentos en el ataúd de sus frustraciones. A menudo se comportaba como un niño desobediente y fiel a su visión de la vida. No aceptaba la desvalorización de su pensamiento a tal extremo que casi dependía de la confianza que le tenga su alrededor para poder continuar. Estuvo así mucho tiempo divagando entre la pasión y la herida. Estancado en la misma claridad del día. Todos los días conflictos similares perturbaban sus ideas. Lo que nunca perdió fue la fe, daba por hecho que los malos ratos quedarían desechos. No ponía en duda el destino que le otorgaba su omnipotente creador. Hasta el día en que llego a la conclusión de que si quería seguir adelante todo debía cambiar, inclusive su entorno. A medida que se avanza en el camino los parajes van circulando a tu lado, variando con cada paso pensó. Esa noche durmió como nunca antes, los tensos pies que rozaban los suyos no fueron motivo para disgustar su descanso. La palpitante ilusión que se esparcía por cada rincón de su ser debía ser escuchada. Despertó en la mañana siguiente con el sol entrando por su ventana, al ver que ya había amanecido sintió un gran alivio y se vistió rápidamente. Dedicó las primeras horas a esperar alguna razón que lo hiciera dudar de sus planes. Uno a uno iban apareciendo los rostros que le resultaban familiares. Pocas palabras de intercambio le fueron respondidas con amabilidad, en su mayoría fueron desganadas y claramente forzadas. No me equivoco en mi aventura aunque la crean una renuncia se dijo ensimismado. Entretenido en su trabajo, al cual creen menos que garabatos y líneas absurdas trazadas a destajo, vigiló pacientemente a los moradores de la vivienda. Intento pasar casi por un adorno y tapo las quejas con generosos sobornos. Cuando la habitación quedo completamente vacía supo que era el momento indicado corrió decididamente sobre sus bienes mas preciados. Los apilo en la maleta uno a uno con mucho cuidado. Al terminar la maleta la cerró con una pequeña llave que luego guardo en su bolsillo. Abrió el closet con brusquedad y tomo su mejor atuendo. El viejo terno negro a rayas que solo utilizaba para momentos especiales. Se sorprendió un poco al ver que a pesar del cambio que mostraba su cuerpo no tuvo dificultades en ponérselo. Por ultimo en la parte superior de su gaveta se encontraba, con su atemorizante olor a metal, quien seria su fiel compañera. La cargo con las manos llenas de sudor y la introdujo en su bolsillo sin error. Al caer se escucho como rozaba la pequeña llave que minutos antes había lanzado al pantalón. Tomo el equipaje y se dirigió a la puerta. Una vez frente a ella giro la cabeza y vio su reflejo en el espejo colgado a sus espaldas. Supo en ese instante que seria la última vez que vería el hogar que con años de esfuerzo logro crear. La familia que dejaba había fortalecido sus lazos gracias a los dos bandos que se formaban con cada una de las discusiones. El de ellos y el suyo. Quien tuviera la razón nunca fue lo esencial, sino a quien pudiesen culpar. Con el sombrero puesto y digno hasta el final empujo la puerta. Una vez abierta se retiro cordialmente, con el sutil sonido del roce de metales. Provocado por la temblorosa mano que llevaba en el bolsillo del pantalón.

viernes, noviembre 24, 2006

San Asco

El blanco sepulcral de la celda inmunda asoma la vista entre el frío acero de la ventana que yace cubierta de polvo. Se escucha la burla del gigante inmaduro que lo aparta bajo su sombra y en un carnaval de heridas se abre la frente con sagaces instrumentos. En muy poco tiempo ya parecen extraños a pesar de verlos todo el día gritando. Suspiro en mi falsa renuncia y alejo, la pereza de mi cuerpo perplejo. Desgarro el silencio en mi respuesta frenética dejo solo la humedad hastiante de esta nueva tierra. En la asfixia adquirida recojo los restos de mis pesadillas. Lucho por mantenerme en pie aunque solo podría dejarme caer. Mis vertiginosos deberes me aconsejan la comodidad de la caída, pero antes de sentir el áspero suelo siento la soga que irrita mi cuello, endereza la balanza de la conciencia que cada día se asemeja más a una estepa desierta. Gateo como años antes, arrastrándome en mi decadencia como la serpiente que dibuja mi senda. Cada mañana soy el verdugo de mi propia miseria, refriego la esencia culpable de esta violencia. En mi sonámbula afición recorro con perfecta precisión los espacios libres de juicio. M e esfumo en un instante de la vista arisca y me satisfago en la desobediencia de mis planes. Durante mi camuflaje fallido, quedo sumergido en la planicie cautivadora del griceazo suelo. En la calle disimulo con delicadeza para no perder la cabeza y a veces agradezco a mi pereza, el atraso permitido. Por un segundo concentro mi arte en una mirada y se la dedico al eficaz pábulo de mi despertar. Luego la inercia me lleva al estropeado ronronear de una caja de sorpresas. En donde solo me queda ese olor a tristeza. Detengo mi respiración pues la muchedumbre asfixia todo a su alrededor. A la mínima oportunidad me fugo como si fuera humo y el calor desmotivante de esos rostros cansados se desvanece. Mis piernas conocen su destino por eso se deslizan con cierto sigilo. Las detengo para subirme al hombro el escudo inmaduro, con el cual el día no parece tan duro. Después de unos bostezos salgo del camino de los excesos y baño mis ojos desechos. Juego tranquilamente unos minutos con las frases que creo sin disimulo, me introduzco en lo profundo de mi mundo confuso. A esa altura pareciera haber perdido el rumbo, pero siempre encuentro el rebaño oportuno. Es ahí cuando mi disfraz se hace legal y hasta se me ocurre escapar. Pero no doy marcha atrás no les daré ese gusto jamás. Rápidamente mezclado entre la multitud, logro pasar desapercibido a los ojos que perturban mi andar. No intento llamar la atención, prefiero guardarme en silencio para otra ocasión. Tan visible como una sombra en la oscuridad, si es temprano no hay problemas para entrar. Una vez adentro todo es diferente, la voz ya no es consecuente si hay que dar opiniones más suficientes. Comienza así el espectáculo digno de repulsión, ves como la gente pelea por hacerlo mejor. Yo me mantengo siempre como el hombre sin expresión que no juega a ser el mejor, que puede llorar sin lagrimear pensando en la forma de escapar. Puedo mostrarme indiferente como quien no se asombra ni comprende, puedo ver triunfos o derrotas pero no me inmuto con esas cosas. Tomo el rol de esquizofrénico que se consulta siempre primero, pudiendo reír sin hacer muecas ya que no importa lo que yo sepa. Soy el hombre enamorado y elegí el silencio caro, para castrar mi voz en fallos que no expliquen lo que hago.
Las horas pasan por mi cabeza pero el tiempo afuera no avanza ni una milésima. Busco inocentemente una sonrisa que logre complacerme. La curiosidad se adjunta a mi incoherencia y sin darme cuenta puedo quedar ciego de impaciencia. Dejando esfumar el sueño carismático que he tenido durante años, poder encontrar una mujer sin lazos como los de estos seres ingratos.
Mi día continua con más molestias, escucho los gritos sin inteligencia de la gente que actúa como bestia. Soportando el letargo que ofrece esta fiesta en honor a la absurda importancia de la apariencia.
Siento pena en mis recesos por los niños que caen indefensos, en la banalidad
que incita a despreciar los sentimientos de verdad. Las niñas que creí en su siesta infantil ahora ríen como muñecas de trapo que se han desgastado de tanto andar de mano en mano. Mucha impotencia me da esto pero nada puedo hacer en este sucio encierro. Distraigo mis pensamientos a menudo gracias a los que a mi lado no se quedan mudos. Calmo mis malas rabias en conversaciones llenas de gracia y apago los calurosos aires vagos que en mis suspiros con fuerza inflamo. Aparto la locura de mi lado y me vuelvo cada vez mas extraño, a veces ni siquiera yo entiendo lo que hago pero no por eso dejare de hacer lo que hago. Divago junto a los estragos en mi senda predilecta. Sin darme cuenta de lo que desmorona mi imprudencia. El cansancio en esas horas es mi fiel compañero y no se aparta de mi lado con tan apacibles pensamientos. Hoy es mi último día y rindo tributo al azar nostálgico de nuestras suertes. En ella decae la justicia de nuestros pasos. Largo ha sido el castigo de mis ataduras. Que ahora roídas y gastadas piden exhaustas un relevo de su guardia. Puede que sea el momento indicado para dejar de lado los engaños y abrirme paso entre estos extraños. Sino, el tiempo que le he dedicado a esta inquietante ilusión quedara reducido a una traviesa nube en mi memoria. Aparecería entonces la duda ante mis actos plagados de conflictos.
Desterrando el recuerdo de colores que vi pasar alegremente, sin poder reaccionar de forma inteligente. Casi fingiendo indiferencia la vi abandonar el camino y de no ser porque padezco de timidez, no sentiría este amargo temblor en la piel. El tiempo fue como agua sobre las manos, se escapo al menor descuido de mis tratos. La idea del olvido ocultando su nombre me produce mas que exaltación. Es la impotencia que derrite mi sien cada vez que creo que se fue…

Exilio

“Al fin” pensé mientras utilizaba todas mis fuerzas para mover el oxidado portón verde que bloqueaba mi camino. El jardín bañado en hojas caídas, marchitas y sin vida, le daba un aspecto de abandono que ni en mis mejores años hubiese deseado.
Un ardor en la garganta enrojeció mis mejillas. Sensaciones compartidas, tristeza se me desbordaba por el pecho, cuando una euforia consumía mis entrañas. Avance sigilosamente entre la niebla que erizaba cada pelo de mi ser, tal como un frió manantial de pasiones prohibidas. Me sentí pequeño e indefenso en la jungla de mis fantasías, solo basto con recordar mi pasado. Agite los brazos abriendo camino entre los pastizales desganados.
Al cabo de unos minutos, tras mi lucha entre juegos infinitos, me ubique en el haz de luz que iluminaba una sala carcomida por la naturaleza. Creadora de un sinfín de emociones e ilusiones. El silencio cubría el eco que denotaba mi respiración. Dirigí una palabra al cielo raso, y mi voz pareció respondida por cálidos susurros. Me adentre entre unas estrechas paredes donde una habitación emergía muda ante mis ojos perplejos. Habitación de gritos y peleas que no podré borrar de mi memoria. La frente se encendía en llamas y las venas hacían fluir el líquido que inflamaba mi ser. Un momento de odio y pesadillas que me esforcé en calmar. Llevo a mi mente una suave voz, un sedante para mis ansias de justicia.
Con los ojos humedecidos trago las lagrimas en un intento fallido de aparentar hombría.
Mis puños apretados ya no temblaban, me dedique a caer de rodillas. Cubrí mis ojos con el recuerdo de a quienes debo mi existencia fallida. El cuarto se transformo en un vientre materno, sentí su protección enalteciendo mi razón. Es el límite del amor que he sentido en mi vida. Al mismo tiempo que me mantengo agachado abrazado conmigo mismo, veo una mano que golpea mi hombro. Sin la más mínima intención de prestarme apoyo, obligándome a decaer en los mismos pasos erróneos de su dueño. A pesar de sentir ese amor indiscutible, el yugo de las fantasías ajenas me retiene con su peso. Esperan que el fruto de su amor borre sus huellas de fracaso en las sendas de elección.
Gateé hasta la salida, en mi mareo nauseabundo de pensamientos confundidos. Me refugie en las sombras y exhale el halo húmedo de la soledad. Decaí en mi jaqueca, rendido a los pies de una arruinada escalera.
No podría asegurar cuanto tiempo estuve allí inconsciente, pero cuando desperté hurgué en mi bolsillo y un humo espeso calmo mis dolores. Me puse de pie apoyándome en la pared, mis fuerzas volvían poco a poco.
Subí las escaleras con un dejo de impaciencia. Las mugrientas paredes ensuciaban mis manos ciegas. Paso a paso crujía la vieja escalera de madera. Su noble base de árboles prohibidos se notaba afectada por el paso de los años. Me demore una eternidad en llegar arriba, o eso pensé, pues mis ojos se palidecieron en cada escalón. En la cima de mi coloso se encontraba mi mayor tesoro, pero no existía la prisa, nada podía arrebatarme mi derecho. Proseguí con paso firme entrometiéndome en la primera sombra. Palpe delicadamente la superficie esperando encontrar a alguien allí, junto a mí.
Fue solo una ilusión pero por un segundo creí ver un niño estirado en el piso con las piernas en la pared. Puse una mano dentro de la habitación y un escalofrío me acaricio suavemente.
Como la seda de luna que corre libre entre los cuerpos de bellas mujeres. Me sentí niño con sueños joviales a la vez que me acercaba al rincón bajo la ventana de mis viejas confesiones. Bajo el marco de la ventana con una antigua caligrafía se asomaba una frase que decía: “Por mi puño morirán las lagrimas derramadas bajo esta ventana”. “Que extraño es el azar de pensamientos de un niño”, pensé. Titubeé un momento, luego me levante y camine hacia la oscuridad que me separaba de la siguiente escalera. El frío viento me susurro algo al oído como un ave perdida en su vuelo sombrío. Fije la vista a mi lado y pude distinguir unas coloridas caricaturas con tiernas sonrisas. Oí sin duda una risa inocente que me incito a quererla sin darle importancia a nada más. Protegerla como a un ángel condenado a este paraíso terrenal. Lleno de voces y roces que estaremos obligados a olvidar.
Sacudí la cabeza tras recuperar la conciencia, nuevamente había terminado en el piso, boca arriba. Di media vuelta y puse un pie en el primer escalón. Un tranquilizante olor a incienso y anís abrumo mis pulmones, refrescando mi respirar en la humedad que expedían las añejas maderas de la casa. La inusual escalera en forma de espiral conseguía seducirme con cada sonido que provocaban mis pasos. Me detuve a medio camino, el olor se hacia mas denso, y un calor que brotaba del otro lado de la puerta, censurada en mi niñez, me llamaba. Me acerque lentamente y gire la manilla con rapidez. Jadeé un segundo y presentí las sombras que se levantaban a mis espaldas. Enfoque la vista y a lo lejos las hilachas de una roñosa cortina bailaban siseando el estrepitoso ulular del viento. Al son de mis recuerdos jure llegar al fondo de mi curiosidad. Olores de flores me acogían en su manto maternal deseándome el bienestar de una vida sin miedos. El apoyo de un abrazo sincero, sin interés alguno más que el de una sonrisa. Se entumecieron mis gestos por las lágrimas que resbalaban desfigurando mi rostro. Un amor incondicional calmo mi llanto mordido repleto de rabia a mi mismo, por mi ceguera que logro olvidar lo que en mi niñez fue pábulo de decisiones y acciones.
Respire hondo y rebalce mis pulmones de este sagrado perfume. Abrigándome con su cariño una ultima vez. Parado en el umbral dedique un suspiro para desgarrar por siempre el olvido, y di una ultima caricia a la manilla de la puerta…

La tranquilidad que se libero en mí al salir de ese cuarto no tiene comparación. No fue necesario ni siquiera un esfuerzo para sentir como el agitado temporal mecía la parte más alta de la casa. No había duda, ya era hora de enfrentar mi deseo. De a dos escalones subí valientemente lo que restaba de escalera. Me detuve en seco al llegar arriba. Los colores crema de las rugosas paredes y su extraña pirámide de recuerdos sonrojo mis mejillas. El habla se me apago en una tenue tos. Ni las nubes venturosas y atrevidas habían logrado oscurecer la mansarda. Las ventanas empañadas en los costados relucían con vida propia. Una sonrisa se dibujo en mi rostro inexpresivo con cada paso que daba para acercarme al enorme ventanal. Un calor brotaba de mi alma, sugerí un descanso al corazón que se agitaba sin perdón. Me senté en el baúl que en años anteriores ocupe como escenario de mis revelaciones extravagantes. El viento que se filtraba por el deteriorado techo hacia girar el ventilador de mis ancianos. Las campanas de viento dedicaban un vals que imagine al lago danzar febrilmente.
Abrí los ventanales de la discordia, morí y nací nuevamente con mis pulmones extasiados. La fría tempestad de las nubes entrelazaba mil y una pasiones en el cielo gris del invierno de mi vida. Mi escondite habitual se hizo visible derramando las hojas que deseche por los cielos. La soledad de mis pasos dejo de tener importancia, acompañado de las sombras de mis amores, que nunca fue necesario poseer.
Es por eso que en mi silencio me rendí bajo la protección de estas paredes. Siempre con la luz sobre mis ojos, cegando el destino de noches como esta. Que nunca acaban en una guarida de temores, sino que buscan entre mi pasado una caricia perdida a cual acompañar. Me confine a esta celda helada, luchando contra los temblores frenéticos que deja mi gélido aliento. Cada vez que respiro se humedece hasta el fondo de mi garganta. Estaré aquí en mi dilema, hasta que termine mi paciencia. Mi despreciable condena me prefiere atado de pies a cabeza o tal vez solo debo olvidar el nombre que se lee en esta pieza. Así quizás consiga el tiempo convertir mi silencio en tan solo una brisa, que logre escaparse en una risa, pasando a ser tan solo una triste melodía…

miércoles, mayo 31, 2006

Entre humos

El tiempo se detuvo un segundo
para verme soñar al desnudo.
Sin actuaciones ni imitaciones
en funciones cubiertas de flores.
Riendo y luciendo mis credos
advirtiendo siempre el desvelo.
De opiniones basadas en celos
que intentan robarme los sueños.
Como una enfermedad contagiosa
que impregna su burla rabiosa.
Y me dice sin vergüenza al oído
que no hay sino otro motivo.
Muy diferente al que he deducido
en estas noches de incienso y olvido.

Que humo cabalga hoy en la habitación
entre mis bostezos de ensueño y pasión.
Que humo se escapa hoy de mi razón
sin saber que existe una mejor opción.
Llevándome lejos de las tentaciones
que en noches de estas creí las mejores.
Cayéndome como hoja en otoño tardío
revelando el camino a mis enemigos.
Que larga enemiga se vuelto la risa
que se ha reservado imitando una diva.
Y me ha invitado a romper la promesa
que mucho antes calle con vergüenza.

Que humo escapa hoy de mi bostezo
sin que yo le dirija un lindo verso.
Y que recuerdo que aparezca
enloqueciendo al tiempo
he olvidado sin ningún esfuerzo.
Ojalá no existiera el sentimiento
del que hablo en mis procesos
de cuentos y momentos que impregno
al papel que desecho por los cielos…

Prefiero

Sostengo el aire mientras recuerdo
a la mujer que amo en mi silencio.
Y se que no es secreto lo que siento
pero quiero disimular si aun puedo.
Prefiero no abandonar por completo
el bastón que ocupo como sustento.
Antes de verla con otros sueños
en lugares que hoy no respeto.
Prefiero caer en mis intentos
a ser un hombre sin reflejos.
En noches en que no entiendo
lo que veo a través de sueños.
Prefiero abrazar la esperanza
a ceder en una sola palabra.
Si en años no me he rendido
tal vez este si sea un vació.
Encontrado bajo mi pecho
que dejo sin haber desecho…

miércoles, mayo 24, 2006

Ojalá

Ojalá te devuelvas en tus pasos
para ver lo que has dejado.
En el camino que has negado
para dar paso a un nuevo engaño.
Ojalá sueñes con el pasado
en el que yo aun era un extraño.
Donde no había duda perturbando
lo que hoy tienes en tus manos.
Ojalá que no te mientas
cuando creas que no entiendas.
Lo que sientes cuando piensas
que me alejo entre las piedras.
Ojalá que ahí recuerdes
lo que guardo entre mis dientes.
Que mudos no han quedado
al ver lo que ha pasado.
Ojalá que no le engañes
jurando que no hay nadie.
Que pudiera arrebatarle
ese sueño interminable.
Ojalá no hubiese nadie
que se interese por mis frases.
Tal vez así no me intentasen…
Lastimar en un desaire.

jueves, mayo 18, 2006

Aroma

Que flor mas hermosa ha caído sin aroma
a esta tierra condenada y sin forma
para alegrarme la vida sin estrofas
que sepan igual a mis risas erróneas.
Hoy solo escuche un par de sobras
de su voz poderosa y celosa
pero fue suficiente el regalo
para ver mi sonrisa un buen rato.
El alba de estaño y humos cerrados
cuida el verso de sobrios extraños.
Mientras luchan entre cielos cegados
sin saber que el etario fugado
De esteros sin rastros ni blancos
estará siempre en sueños trizados.
Pendiente del suspiro sesgado
que descansa sin estar resguardado
Por lo que ama este joven olvidado
de voces que nadie ha escuchado…
Que aroma infaltable se ha perdido
en el camino que ya he elegido
para ver crecer mis alegrías
en lo profundo de las melodías
que son aprehendidas por las antiguas
luchas continuas llenas de estigmas
que aun duelen aunque se nieguen
queriendo ser una criatura indemne…

miércoles, mayo 17, 2006

Para mi

Ahí va ella, mi medicina
por no llamarle mi asesina
o ladrona de la conciencia
Que se encarga de mi siesta.
Ahí va ella mi doncella
por no llamarle mi condena
o navegante del pensamiento
que se embarca en mis bostezos.
Ahí va ella mi alegría
por no llamarle mis fatigas
o corteza de la paciencia
que me regala sus experiencias.
Ahí va ella mi fantasía
por no llamarle mi estadía
o guardiana de la sonrisa
que me enseña sus caricias.
Ahí va ella mi melodía
por no llamarle mi sinfonía.
O vendimia de la risa
que me arropa con su brisa...

lunes, abril 10, 2006

LLuvia del Otoño

Una vez mas aquí, donde todo empezó, abrazando el frió de la soledad.
Bajo la lluvia que me vio crecer, en un pueblo llamado Hogar.
En una de esas noches de invierno que parecen no tener final.
Donde el lago no deja de tocar, apasionadamente su magnifico vals.
El viento me invita a pasear, por los jardines de lo vivido.
Ahí donde duele, lo lejano de mi actual realidad.
Cierro los ojos un segundo y dejo a mi mente volar hasta mi viejo hogar.
Todo seguía igual a muchos años atrás. Restos de infancia
regados por los rincones de la fantasía.
Una lágrima desvanece el lugar, obligándome a continuar.
El paseo sigue mientras hurgo entre mis recuerdos.
Pero de pronto uno me es especial, los demás ya han perdido sentido
y solo queda esta suave calidez.
Tierna, casi nostálgica, casi irreal. Imágenes de una antigua rutina.
Viejos amores y amistades. El desgasto mental de la autodestrucción.
Patética obsesión por el dolor, vicios y costumbres sin importancia.

La lluvia del otoño cae llena de sueños olvidados,
mientras que miles de rostros se muestran ante mí.
Gente que nunca conocí, pero entre la multitud un rostro me estremece.
Es el recuerdo de mis últimos días. Delicado, suave, casi desconocido.
Con un golpe mudo, cientos de imágenes nublan mis ojos,
intento reaccionar y solo un sueño logra llegar.

La respiración se convierte en un tenue resplandor,
por un momento casi puedo tocar el cielo.
Solo susurros se dejan escuchar
y ni siquiera el viento los logra descifrar.
Dos latidos se hacen uno y entre la calida luz,
la silueta de la pasión se mueve lentamente.
El cielo reflejado en sus ojos es pábulo
del deseo que hoy veo en estas nubes.
Entre seda y terciopelo el amor deja aflorar la imaginación.
La piel expande todo un mundo de sensaciones y nada mas parece real.
Todo lo aprendido y soñado es olvidado, buscando el infinito,
buscando la cobija de la eterna compañía.

Es momento ya, de abrir los ojos y despedir la fantasía por esta noche.
Entre suspiros abandono el viaje a mi interior. El sueño incansable de
vivencias pasadas que no volverán.

jueves, abril 06, 2006

Sinfonía Oxidada

Sinfonía oxidada

Tuh-Tuh. Sonaba una y otra vez.... -¿Qué es?
Sinfonía oxidada...-¿Qué quieres de mí?
Bajando de mi fantasía, escucho los gritos de la conciencia,
de un salto me levanto resignado. Lentamente ordeno a mi cuerpo que trabaje sin mí. Hábitos se apoderan de mí permitiéndome continuar. Entre extraños y erráticos movimientos llego por fin frente al espejo. Reflejo desconocido...
-¿Quién eres?
Voces susurran a mí alrededor y alimentan mi notable letargo. Inhalo profundamente el polvo sobre una flor de vidrio. Mugre, alineada a voluntad en las puertas de mi hogar.
Veo los pasos de la rutina deslizarse por una vieja avenida. Buscan un fin, un propósito, vagan errantes bajo un triste otoño. Entre cientos de rostros deformados, de sueños y cuentos olvidados. Rodean los laberintos de la discordia, esquivan los pasos de una infame semilla. Actúan secretos sigilosamente guardados, que amordazan la realidad. Con nuevas horas demacradas bajo un techo corrompido. Durante días y años, siempre ha sido igual. Las horas ya se han gastado y la noche va llegando, anunciando el viaje de regreso al hogar.
Aunque algo me incita a romper lo habitual. Tratando de escapar a este relato.
Un retrato sometido al orden de la desdicha. Perfumes insolentes de placeres carnales jadeando a mis pies, malgastada provocación. Plumas de esfuerzo y acero, túneles de excesos y deseos. Voces crujiendo tras mi espina dorsal...
-¿Qué significan estas voces?
Sobredosis de placer, mi cuerpo se desgarra rápidamente. Volando en un sublime escape hacia la ilusión.
A las afueras de la ciudad la luna golpea mi rostro desnudo. El estupor de la decadencia roza mi realidad y fuerza a mí poca conciencia a escapar. Dejando atrás huellas llenas de miedo.
Un tiro certero decora el pavimento, las calles se tiñen de un color ajeno. Fiel compromiso adquirido por las miles de miradas perdidas. Obra fragmentada de un autor incomprendido. Cuadros llorando un sinfín de color. Pinceles fugaces corriendo libres por entre mis dedos, decorando mi obra y arte.
El temor trepa ágilmente por mi espalda. Sin saber qué hacer ni adónde ir, empecé a caminar. Camine durante días, meses, años, sin rumbo alguno vague por un buen tiempo y empecé a olvidar lo que recordaba el viento. Mis pies ahora descalzos, poco a poco fueron cediendo, junto con mi espalda y mi arrugada cara. Hasta que me vi nuevamente en aquel lugar, en las afueras de la ciudad. Lágrimas corren tiernas a la vista de mi viejo hogar, permitiéndole a la duda llegar.
-¿Por qué me alejé de tan hermoso lugar?
Aun seguía ahí la misma piedra que tantas veces tome entre mis manos, aun seguía ahí el mismo olor con el que me dormía cada día. Nuevamente, mi piel era joven, las arrugas se habían marchado, volvía a ser el de antes. Mi mente, empezó a recordar el propósito del viaje. Vagas imágenes llegaban a mis ojos, alucinaciones producto de aquel vicio. El espejismo fumable de la quimera me sumergía lentamente en un profundo sueño. Rostros anónimos juzgan mi acción. Llantos y gritos destrozan mis oídos. Ruidos incoherentes, puños y golpes sin sentido, luchan en una guerra desigual. Aborrecido por aquella imagen boté la pipa que me acompañó durante tanto tiempo. De pronto una ráfaga de viento meció mi danzar entre la arena y más despierto de lo que recuerdo haber estado jamás, me di cuenta del verdadero espejismo. Mi cuerpo yacía aun inerte en el pavimento, sangrando cobardemente la inmundicia de mi crimen...

miércoles, abril 05, 2006

Levanta una sonrisa

Que bellos momentos
tengo en mis recuerdos
de un niño pequeño
que va tras sus sueños…
Levantándole sonrisas
a la vida cada día,
compartiendo su alegría
con quien lo necesita.
Hoy el mundo amaneció
sin sentido del humor.
Plagado de miradas
en estado de estupor.
Paso un verdugo saludando
con sus manos bien en alto
para ver como temblaban
al gritar que se acercaba.
Pero el niño respondió
que hoy no es el adiós
y que pronto volverá
corriendo con pasión.

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Un abrazo por los tiempos
que reiamos primero
un secreto por los tiempos
que teniamos por medio.
unas gracias por el tiempo
que fuiste consejero
y
una lagrima por el tiempo
que todos sabemos.........

espero que te recuperes hermano
yo se que esto no te va a vencer
pero tienes que seguir luchando
con el apoyo de toda la gente
que te ama...

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todo esto dedicado a mi amigo Sebastian Kônig
que tiene graves problemas de salud
ya que anoche tuvo un derrame cerebral y
ahora solo queda esperar que pase algo...

miércoles, marzo 22, 2006

Entre callejones y asientos vacíos

Entre callejones y asientos vacíos
impregnados con aquel frió
se escucha la tómbola amarilla
silbando que no hay todavía.
Algún pensamiento a la deriva
reflejado en sus ventanillas.
La vista empieza a enloquecer
convirtiendo en burla la forma de ser
ya que todo suele ir muy de prisa
cuando no hay nadie que avisa
que vienen los restos de las sonrisas
de esas personas que hoy tienen prisa...

Miradas impacientes perdidas en la agonía
buscando como vagabundas una salida.
Mientras le señala a su compañía
que escapara solo por hoydía...
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bueno una experiencia desgradable de verdad
nada me molesta mas...

martes, marzo 14, 2006

el bufón

No se si reír o simplemente callar
Con las cosas que oigo en este lugar
Nombres que caen como trapos
Y se arrastran entre las manos
Que llenas de incertidumbre
Tiemblan con frenesí...

Mientras que las lenguas no parpadean
Hipnotizadas con la apariencia,
Esperando el momento de indecencia
Donde no existe indiferencia.
Siempre hay alguien que ríe primero
Antes que las lenguas griten de nuevo
Y en este caso creo que seré yo
El que nunca confiese lo que pasó.

Palabras empapadas con ignorancia
Permiten desfigurar la realidad.
Confundiendo suspiros mal aventurados
En una serie de conflictos inesperados.
Apostando la risa por la razón
A espaldas de un solo bufón.

Pero solo un bufón reirá siempre mejor
Si un día a escondidas algo prometió.
Algo que da intriga y que nunca se olvida.
Pues no tuvo prisa al esconderse mejor.

miércoles, marzo 08, 2006

¿Que es lo que veo?

¿Que es lo que veo? Se escucha gritar a lo lejos.
El paisaje sereno ahora se siente deshecho.
Y se le escucha decir a la brisa inocente
casi pasmada por una frase corriente,
mientras murmura entre soles y vientres.
¿Que es lo que veo?....

Grandes miedos que hacen temblar la sonrisa.
Y convierten en lluvia la luz de los días.
Grandes miedos que pueden hacer a un ateo
un gran seguidor de un Dios sin remedio.
Que en vez de mirar prefiera llorar
y que en vez de llorar eligiera rezar.


Un momento logra romper la inocencia
ahogando en placeres alguna coherencia.
rompiendo esquemas y risas perfectas
creando justo lo que uno no espera.

Cuando un vientre se llena de vida
y dos corazones laten de prisa
la felicidad suele ser una amiga
pero tan frágil como solo una niña.
Y a veces se suele perder la razón
al estar nublada por tanta presión.
Ya que no hay regalo mas bello
que poder tener a un ángel por dentro.

Solía pensar que por ser hombre no podía entenderlo
pero después recordé que yo estuve ahí dentro
y es lo que crea un lazo especial que solo una madre te puede entregar.
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Tuve un sueño no se si fue ayer o fue hace tiempo
pero alguien querido estaba en esa situacion.
para mi fue como un mal sueño, el ver un niña teniendo a un bebe
es algo que quiebra emociones por mucho que no tenga relacion alguna
con mi persona...
en resumen me dio pena, harta pena...

jueves, marzo 02, 2006

una gran sonrisa para el

Me creeria alguien si digo que lo admiro, y que mas que un enemigo ha sido un gran amigo.
y que incluso agradesco lo que por mi nunca ha hecho.
hay veces en que pienso y pienso y ni siquiera yo puedo entenderlo.
como aun no puedo odiarlo?,y eso que incluso me he esforzado.
he llegado a creer que inconcientemente le tengo respeto.
y hasta cariño por lo que ha hecho.

quizas sea que le quede debiendo lo que ha hecho sin querer queriendo.
o quizas sea que tan solo veo un deseo comun que los dos tenemos.
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y es asi como lo veo.......
mis preferencias son extrañas aunque llenas de razón
o eso es lo que quiero que crea mi lector.
asi podre burlarme mirandolo de frente
con un gran sonrisa en un vestido albiceleste.
mis sonrisas seran dulces y llenas de sabor
cuando lean estos versos llenos de ficcion.

viernes, febrero 24, 2006

alas de humo y cenizas

Cuanto quisiera no llamarlo habitual aunque sea una realidad que no se puede negar
mis alas de humo y cenizas, tratan y tratan de cubrir mis deseos sin tener mas remedio
será esta mi elección por un camino mejor? O quizás sea esta una prueba mayor?
los gritos que escucho derramar por mi cara dicen no tener solución.
o al menos no una que pueda encontrar mi razón.
si ya no quiero que crujan mis puños mientras duermo
Debo creer en lo que veo en el espejo o debo romper hasta mí mas mínimo reflejo?
cuando tus sueños ya no son un enigma y sueles caer con tan solo una risa.
tal ves la brisa ya no tiene importancia, y la vida ya ha perdido su gracia.
pero si aun intentas seguir en el camino al lado opuesto en la lluvia del olvido
recuerda que no eres el único que lo ha elegido y que ya muchos antes no han cedido.
ya que ellos han decidido no volver a vivir sin haberlo tenido...

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falta muy poco para el verdadero comienzo de este año, todo eso que implica cierta responsabilidad.
A momentos me entusiasma pensar en las cosas nuevas que se aproximan, un tipo de cuenta regresiva...._
bueno el trabajo termino hace un par de dias lo que le ha dado tiempo a mi cuerpo a restablecer sus funciones a la normalidad. mañana espero un viaje muy productivo.

lunes, febrero 06, 2006

una vez mas

Mis pasos me han llevado a este campo minado. A donde quiera que voy siempre existe el error.
Me siento solo y obligado a seguir, con la impotencia en la garganta y la frente sudada.
Pero creo que la rendicion no es una opcion, ya que significa solo perdicion.
Aunque la duda me llene y a veces me enferme no quiero dejarme vencer...
Tipico que crees que todo va bien y un momento a otro todo esta al revez.
pero mientras aun podamos soñar no hay nadie que nos pueda ganar.
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Lo de arriba lo he escrito porque una vez mas mis planes no van a poder llevarse a cabo.
Pero bueno tendre que esperar otra oportunidad y no se si sera en mucho tiempo mas.
Por lo menos es algo realizable solo que me he "quedado con las ganas" porque espere todo el fin de semana.
Hoy ha sido un dia inusual, sali solamente gastar dinero por un par de problemas automovilisticos. Pero como dicen hay que ver el lado positivo de todas las cosas y lo bueno fue que por lo menos estuve un rato con mi familia.
Hace un par de dias atras llego una persona muy especial a mi hogar.
Alguien que no vi por un par de años, mi hermano mayor.
Este sujeto es alguien muy querido para mi, porque hemos tenido varias experiencias agradables
y durante mi infancia lo considere muy importante.
Es extraño verlo aqui en otra casa, ya que tenia el recuerdo de el relacionandolo con mi vida en el sur. Asi que una vez mas la parte nostalgica de mi hogar se asomo como mirando en cunclillas por la ventana de mi memoria.
pero con fuerza una aprieta el estomago y esos retorcijones suelen ceder poco a poco.
Ya los suspiros han abandonado mi rutina, pero aun me gusta acordarme en sueños de mi casa.

sábado, enero 28, 2006

Mientras que nadie escucha

Hoy muy temprano en la mañana me desperte con el cotidiano ruido del edificio en costruccion que se encuentra a poca distancia de mi departamento. Pero extrañamente ese ruido que generalemente maldigo no tuvo ninguna importancia para mi. Me desperte de muy buen humor e incluso sali a caminar mientas que mi familia aun dormia. Cerca de donde vivo no hay ninguna plaza ni ningun lugar para relajarse un poco y olvidar por un par de minutos la congestionada vida que se lleva aqui. Tal vez para la gente que ha vivido toda su vida en este lugar esto sea relajante, el no escuchar tantos vehiculos y sentir un poco de brisa. Pero yo recuerdo que no toda mi vida ha sido asi, aun extraño la tranquilidad del sur de nuestro pais. Esos dias en los que uno puede caminar descalso durante horas en la orilla del lago sin encontrase con nadie. Eso es relajante, no escuchar nada mas que los ruidos de la naturaleza.
El no poder estar tranquilo me quito la sonrisa con la que habia despertado y empece como cada dia a odiar un poquito mas la forma en que mi calidad de vida se ha ido degenerando.
La razón por la cual había despertado de tan buen humor era porque crei que algo que he esperado por mucho tiempo alfin sucederia. Pero hace unas horas atras me entere de que una vez más no iba a ser posible. En estos momentos me siento bastante triste por lo ocurrido, pero al menos tengo la certeza de que a mas tardar voy a poder verla en un mes.
Lo que tanto he esperado es a una mujer que conoci hace apenas un año. Muy poco tiempo si tomo en cuenta lo que ha significado para mi.
Bueno continuando con mi día. Despues de haber salido a caminar regrese a mi casa ya sin humo en los pulmones y pensando en como un hombre acaba pidiendo limosnas a la salida de un centro comercial, como el hombre que acababa de ver durmiendo en el unico metro cuadrado de pasto que hay en la cuadra de enfrente. La gente lo miraba con asco como si se tratara de una especie de enfermedad o desecho toxico. Hombres que pasaban haciendo deporte lo miraban con pena, mientras que mujeres con bolsos de cuero y tacones pasaban riendo a carcajadas a su lado.
Y por supuesto no podian faltar los otros, esos hombres vestidos de armani en sus audis que tiraban una moneda por sobre el hombro para aparentar ser gente. Pero cuando ya pensaba que no quedaba nadie vi que la mano amiga que preste no iba sola a entregarle apoyo, sino que dos más le seguian, una con un vaso y la otra con un pan.
Al haber regresado me di cuenta de que mi familia aun descansaba y para no molestar me fui a mi habitacion a descansar un rato mas. Al despertar ya era mas o menos tarde, era casi medio dia. Hice un par de llamadas por telefono para organizar bien mi dia, y despues quede libre para hacer lo que quisiera como todos los dias. Pense en ir al gimnasio, aunque lo dude por un segundo y ahi quedo todo. Preferi quedarme en casa y escuchar un poco de musica. Me relaje toda la mañana al ritmo de Bob Marley.
Hace pocos minutos llego un hombre a mi departamento, mi padre. El no vive conmigo pero estos ultimos meses ha estado aqui, haciendo presencia, intentando demostrar que el aun tiene control sobre nuestras vidas. Creo que le apena saber que no es asi. Mi padre es todo un personaje. Toda mi vida me ha tapado la boca con regalos como si temiera escuchar que le digo que lo quiero. Otra caracteristica de su extraña manera de ser es que cree que todo lo que alguien hace es para hacerlo enojar. Como si todo girara alrededor suyo. Es una extraña mezcla de sensaciones verlo aqui junto a mi, pero bueno a pesar de todo es mi padre y lo quiero.
Solo espero que pueda aguantarlo...
Creo que ya es hora de salir a echar un poco de humo y a caminar un rato...quizas encuentre
una nueva pelicula...

El acido sabor del día a día

Día 28 de Enero del 2006.
Asi con estas primeras lineas comienza la creacion de este nuevo blog.
No se exactamente que deberia escribir aqui, por lo tanto mas que llevar un diario de vida voy a aprovechar cada recurso que tenga, agregando historias para que la gente pueda ir comprendiendo conductas que se van a ir presentando a lo largo de este blog.
Para comenzar voy a hablar de algo que ha sido muy importante en mi vida, es algo asi como una entretencion que poco a poco se ha impregnado en mi.
Soy un hombre que desde muy pequeño ha observado a la gente. En mi niñez pasaba horas analizando a la gente que pasaba por la calle. Tranquilamente sentado en el marco de mi ventana, en el segundo piso de mi casa. Curiosamente mi habitacion poseia un gran ventanal por el cual yo podia ver claramente a la gente que pasaba por afuera sin que ellos pudieran verme.
A medida que pasaba el tiempo este extraño pasatiempo comenzo a convertirse en un habito y hasta el dia de hoy me acompaña. Ya con los años encima mi inofensivo pasatiempo comenzo a tomar un giro muy brusco. En vez de fijarme en los gestos y en el andar de la multitud empece a selecionar algunos individuos que parecieron mas intrigantes a simple vista. Estos sujetos, fueron muchas veces una gran fuente de inspiracion para mi, en diferentes formas.
Mi nuevo pasatiempo paso a ser en vez de intentar conocer a la gente, dar una explicacion racional a su comportamiento, creando o imaginando como es su mundo.
Primero partía imaginando su entorno, amigos y familiares, luego seguia con el trato que recivia
de otras personas y como fue educado en su niñez para acabar tal como es.
Sus amores y decepciones, logros y fracasos, todo lo que me pudiera explicar algun tipo de comportamiento suyo. Este tipo de fantasia es para mi como una pelicula, como si se tratara de una cinta nueva, pronto a estrenarse en la vida de el joven que he seleccionado.
Se que quizas usted estimado lector puede estar pensando que hay una conducta psicopata en este habito mio. Pues dejeme decirle que quizas usted se encuentra en lo cierto. No puedo negar que mas de una vez he querido comprobar que tan lejos esta la realidad de mi imaginacion, del mundo que creo cada vez que veo a alguien salir de paseo.