Incansable sol mendigo
vaga en lo alto tranquilo.
Del alba al atardecer miro
caídas en mares oscuros.
En nuestras espaldas rotas
cargamos tu yugo por horas.
Déjame el sonido en la nuca
no conozco nubes dibujadas.
Mas que por la brisa marina
de las sombras de fin de día.
Llantos de pasado cansino
bailes dónde se han ido.
Lágrimas deshacen mejillas
sobre timones de soledad.
Las herramientas oxidadas
enferman de desconsuelo.
Los sueños volaron tiernos
son noches en que te pierdo
lunes, noviembre 10, 2008
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