Mal mío le digo

Maldigo el día en que la poesía me sedujo
yo niño y ella mujer adultera de las lenguas
Maldigo el día en que me miró con desdén
y mostrando sus manosiados pechos
sonrió de placer
prometiéndome un idilio alucinógeno
Maldigo el día en que abrió la boca
generosa de dejarme decir lo que quisiera
Maldigo el día en que me tendió la mano
y aprovechando los labios del primer amor
caminó excitada
cantándome un sueño que nunca será real
Maldigo el día en que me quitó la pena
para cambiarla por otra mucho más bella.
Maldigo el día en que me gritó su nombre
y quebrando del hombre las fronteras
esperó confiada
abrigándome los ojos con un trozo de papel.