lunes, octubre 12, 2009

trago de arena

Fantasma impoético
enero pérfido y la ola cadena del muerto vivo. Cuantos cuantos cuandos en vivo sangrando la decencia.
Almendra, camino aposento del sueño. Mal portal por dios cáncer en suelo abortivo.
El antes del pero, cuando dónde y si muerden las antorchas y mis pesadillas mierden los cánticos indios y bailo anónimamente. Mañana es un destino preconsebido, altocanto del misueño alarderido.

Ensangrento políticas de vida muerta
enrabiado el cielo y cantos
que vuelan aún en las viejas estaciones.
Personajes dentro de la fosa común
son oratorias clasificadas por modales costumbristas.
Mi sueño es el sueño que se cumple por contrabandos
y golpes a dos pies atados con poesía, con poca presencia
con aire de mar prostituido.
Las carnes se me aferran en fogatas de hielo,
hielo en palabras corazones,
hielo solo, solitario y anónimo,
sólo hielo de tiempo congelado,
son arrugas vagabundas
y es poesía temblorosa, fría de madrugada
camanchaca.
La tumba del poeta debe ser como
aquella, ese muérdago de primavera
con fondo azul de mar
hundido en ojos de retrato
del nuevo mundo.
Blues azul profundo ser alma color del vuelo,
del nado, de la respiración amortiguada,
presión del abrazo embrión
de útero madre patria hermafrodita.
Anochece escarcha mal parida
en feria libre comerciante de heridas
y pan pimienta.
Pongo la cara para tus salivas alteradas de vida colectiva.
Vamos quedando solos noche
parada, descenso, cuesta parada.
Arreglo primitivo, descaro consebido
en trancos de santos saltamundos.

Algunas veces es más fácil reír que llorar
ojalá fueran así todos los días de inviernos:
mate, bombilla, té para el alma del frío.-

Umbral del sueño vigilante casi vigía, muerte atónita de mi vida tan poco palpable.
Yo también quiero ser libre.
Amor de amores culpables, beso en mejilla despedida, abrigo interno.
Abrigo risueño de entrepiernas no tan gastadas.
Disculpen lo poco y nada que he sacado con esto de alcohol y humo,
humo cartón y vientre mal cesárea.
Presidio en barrotes de yeso, máscara del tiempo. Cantando anoches, universos, miedos del pide poco gana harto y viceversa.
Emocional niño del nuevo castro, un niño a lo mejor cansado de pegarse rimas y malas encarás del deseo planeado en volátiles volantines.
Dejé los ojos en el velador, un vaso con agua y los dientes que debería tener entre mis rodillas sonriendo una pena impostergable.
Cambia el paso caminor desdeñado y dame, dame eso que sólo tú cansaste de feas caras y mordimientos escriteriados llenos de histeria.
Te quise dar dados de puros ases y cambiaste el cayo por el vientre, manejando la ciudadania multiversal de todas las letras de todas las lenguas.
Mi amor mis amores son palabras que he tratado de pronunciar toda mi vida.

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