Hay veces en que para amar hay que quedarse callado
mirar por el cerrojo del deseo y suspirar,
regalar un suspiro, y esconder la cara luego con un bostezo.
Para amar a veces hay que quedarse sentado
escribiendo un poema en una plaza, o cantando por la calle
a las palomas, a los gatos o a las perras.
A veces para amar hay que cerrar los ojos, apretar los labios,
aguantar el aire y soltar la mano.
A veces para amar hay que romper el lápiz, desafinar la guitarra,
tirar una moneda a una pileta y no pedir nada.
Hay veces en que para amar es mejor no acordarse del amor.
martes, septiembre 01, 2009
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1 comentario:
Hay veces en que para amar hay que subir la escalera corriendo y llegar antes que el ascensor.
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