jueves, enero 15, 2015

5 años

Luego de 5 años perdido, donde creí encontrarme y la latente necesidad de adormecer los dolores con palabras se volvió un vago recuerdo, hoy he vuelto a ver la flama en los recovecos de mi espíritu y me miro las arrugas con las yemas en este andar desafinado, preguntándome acaso las mismas preguntas, obteniendo sino las mismas respuestas, palabras sin lenguaje que se hacen agua y emociones bajo los puentes. Hoy rompo la niñez, no hay felicidad ni tristeza, sólo un camino breve, el ir y venir de la caída. Ayer fue una noche liviana.
Ayer fue demasiado corto, hoy se ve demasiado largo. El mañana parece inmenso, pero nuestro tiempo es tan pequeño.

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