jueves, julio 15, 2010

Victoria

Un hombre se dió
a las bestias del miedo
que corren del hambre
y lo mantienen debajo
quieto en su jaula.
El aprendiz de la pobreza
y la menor inocencia
de los que pidieron de él
una parte.
Alcanzó las estrellas
cantando las voces
de todas las palmas del sur
que se manifiestan.
Victorioso libertario
de las cosechas del alma
y los caminos del corazón.
Paloma que vuela a raz
del sueño amanecido despierto.
Sube, mira y se para
allí en la copa,
luego salta a buscar
las migas perdidas
bajo las bancas de la capital.
Ahí donde comenzó el frío
plantó canciones
para que los que vinieran
cosecharan poemas
nacidos de la libertad.

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