La vida está cansada,
lleva mucho tiempo girando
mira las cosas que vomita.
La muerte parece machi
pero anda más aburrida
que anciana mirándose al espejo.
Los perros de aquí ya no tienen ni cola
y esos gatos parecen pumas.
La vida está que se muere
de los cielos con forma de charco
y las nubes antromórficas.
El mar ya está saliendo a flote
de tanto barco hundido en tanta guerra.
No sé qué espera que haga Uno
si Uno va creciendo y ve cómo crece el resto
al final Uno sólo sabe que está viejo.
Pobre Uno a todo esto.
Imagínate que a la vida le cuesta hasta vivir
se tira un peo y le hacen un gaseoducto,
le sale una espinilla y le hacen una mina a tajo abierto.
Hasta la muerte se quiere morir con tanta deuda
el sol se queja de que nadie lo mira
y la luna de que los bluseros no la dejan en paz.
No, si yo estoy convencido, así no se puede vivir.
viernes, mayo 28, 2010
sábado, mayo 15, 2010
Foráneo
Las calles desesperadas se apagaron
con los títeres bailando semidormidos
y el pez tragándose los ocasos.
Hasta el más leve viento siente
el peso de la construcción más liviana.
Dentro del hombre hay otro hombre
que se llama a sí mismo.
Las hojas en el árbol vibraron
el foráneo canto del dolor
que una noche amortiguó la lluvia.
Quizás plantó la semilla un pensamiento
y la regó hasta negarse.
Donde se despertó apoyaron los pies todas la muertes
y luego se acostaron todas las vidas.
Las botellas abrazaron los rieles
tras llorar en la boca del callejón
mirando un puente hacia otros tiempos.
Perder el rumbo es estar solo menos uno
porque cuando tienes rumbo al menos el sueño te acompaña.
No sabría decirte como extraño mi hogar
pues incluso en él soy forastero.
con los títeres bailando semidormidos
y el pez tragándose los ocasos.
Hasta el más leve viento siente
el peso de la construcción más liviana.
Dentro del hombre hay otro hombre
que se llama a sí mismo.
Las hojas en el árbol vibraron
el foráneo canto del dolor
que una noche amortiguó la lluvia.
Quizás plantó la semilla un pensamiento
y la regó hasta negarse.
Donde se despertó apoyaron los pies todas la muertes
y luego se acostaron todas las vidas.
Las botellas abrazaron los rieles
tras llorar en la boca del callejón
mirando un puente hacia otros tiempos.
Perder el rumbo es estar solo menos uno
porque cuando tienes rumbo al menos el sueño te acompaña.
No sabría decirte como extraño mi hogar
pues incluso en él soy forastero.
domingo, mayo 09, 2010
cielo de cinco estrellas
Esas lolas góticas, las niñas de la providencia.
Crecieron en la palma del desafío,
truecando hierbas por calor y cuerpo por sabiduría.
Sobre puentes que fumaron cientos de versos
en las dualidades de la compañía
(y cuan irrisorio es el repertorio de las soledades).
Desmedí pozas y embarré los pies de mis padres,
qué culpa tuvieron ellos.
Resulta un cuento de cada bochorno si no nos damos cuenta,
vivir tan desesperadamente.
Va y viene el fondo blanco pero los codos nunca regresan,
y parece que de verdad nunca nadie termina de volver.
Y esperar con la cabina rota sufriendo un cielo de cinco estrellas
mientras una pareja te mira, es a veces lo más romántico.
El che sin mapu rondando una sudamérica umbilical,
con cuatro quiltros y una frazada.
¿Qué le regala la calle que no pudo la convivencia?
Esos rincones congelados hacen ecos los tacones,
en guiños de algún farol benefactor.
Se entromete en el cotidiano y luego no sorprende
que tiemble de frío, sin edad ni comida,
una sombra incómoda que se hace cariño.
Pasan de reojo las conversaciones,
la mano sobre el lomo y de largo la pena.
Y de qué le sirve al hombre olvidar la pena por un día,
si, qué va a hacer cuando se quede solo.
Crecieron en la palma del desafío,
truecando hierbas por calor y cuerpo por sabiduría.
Sobre puentes que fumaron cientos de versos
en las dualidades de la compañía
(y cuan irrisorio es el repertorio de las soledades).
Desmedí pozas y embarré los pies de mis padres,
qué culpa tuvieron ellos.
Resulta un cuento de cada bochorno si no nos damos cuenta,
vivir tan desesperadamente.
Va y viene el fondo blanco pero los codos nunca regresan,
y parece que de verdad nunca nadie termina de volver.
Y esperar con la cabina rota sufriendo un cielo de cinco estrellas
mientras una pareja te mira, es a veces lo más romántico.
El che sin mapu rondando una sudamérica umbilical,
con cuatro quiltros y una frazada.
¿Qué le regala la calle que no pudo la convivencia?
Esos rincones congelados hacen ecos los tacones,
en guiños de algún farol benefactor.
Se entromete en el cotidiano y luego no sorprende
que tiemble de frío, sin edad ni comida,
una sombra incómoda que se hace cariño.
Pasan de reojo las conversaciones,
la mano sobre el lomo y de largo la pena.
Y de qué le sirve al hombre olvidar la pena por un día,
si, qué va a hacer cuando se quede solo.
viernes, mayo 07, 2010
Hasta que salga el sol
Se dió vuelta el ponche,
el cura se curó primero,
pero nos dormimos todos borrachos
y con la victoria al hombro,
el curandero se dió vuelta entre la espina,
cantó el arrecife una ola vestida de infancia.
El columpio porvenir rodó cuantos atardeceres,
entre esas jaulas de miedo que nos miraban disecadas.
Una vez perdida encontró al hombre
tomando en pie la letra al seco,
gritando el vaso hacia afuera, dentro del cortocircuito.
Porque los muelles quisieron esperar,
llegaron cantando puentes diferentes todos los abandonados.
El niño golpeaba la luna en el agua y la luna se agitaba riendo.
Los conocidos "anda pa' tu casa",
y los amigos "acompaña un rato más".
La irreversible saludando desde la casa de los abuelos
probando la conserva de ese que se acaba de ir.
Hubo cuartos donde dormíamos abrazados
y eramos todos felices.
Ahora escucho peros cayendo de los árboles más viejos,
esos que nunca dieron fruto.
Y los perros esclavos del vecino
ladrándole a los míos sin cadena,
también recuerdo el auto que me los quitó.
Las despedidas cargadas en la guata del camión
y los hermanos mirando un rostro que es el suyo.
Acabó la lija del tiempo por quitarme todo
sin dejarme vacío.
Hoy miro hacia atrás y estoy viendo el futuro.
Cada tiempo que pasé, sigue siendo en mi cabeza.
Los pies tatuaron en la yerba toda su huella,
el recuerdo cayó de la litera
para despertar al pobre espíritu
donde nació el presente y dónde nació el ayer.
Levantaron la red los payasos
cuando vieron que caía el segundo gol.
Al final luchó el niño contra la luna,
esperando que saliera el sol.
el cura se curó primero,
pero nos dormimos todos borrachos
y con la victoria al hombro,
el curandero se dió vuelta entre la espina,
cantó el arrecife una ola vestida de infancia.
El columpio porvenir rodó cuantos atardeceres,
entre esas jaulas de miedo que nos miraban disecadas.
Una vez perdida encontró al hombre
tomando en pie la letra al seco,
gritando el vaso hacia afuera, dentro del cortocircuito.
Porque los muelles quisieron esperar,
llegaron cantando puentes diferentes todos los abandonados.
El niño golpeaba la luna en el agua y la luna se agitaba riendo.
Los conocidos "anda pa' tu casa",
y los amigos "acompaña un rato más".
La irreversible saludando desde la casa de los abuelos
probando la conserva de ese que se acaba de ir.
Hubo cuartos donde dormíamos abrazados
y eramos todos felices.
Ahora escucho peros cayendo de los árboles más viejos,
esos que nunca dieron fruto.
Y los perros esclavos del vecino
ladrándole a los míos sin cadena,
también recuerdo el auto que me los quitó.
Las despedidas cargadas en la guata del camión
y los hermanos mirando un rostro que es el suyo.
Acabó la lija del tiempo por quitarme todo
sin dejarme vacío.
Hoy miro hacia atrás y estoy viendo el futuro.
Cada tiempo que pasé, sigue siendo en mi cabeza.
Los pies tatuaron en la yerba toda su huella,
el recuerdo cayó de la litera
para despertar al pobre espíritu
donde nació el presente y dónde nació el ayer.
Levantaron la red los payasos
cuando vieron que caía el segundo gol.
Al final luchó el niño contra la luna,
esperando que saliera el sol.
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