Hoy rompo la niñez pero guardo el desorden,
la pena y los nombres.
Cuando dejé lo mío allá ausente
y aquí soy tantos, ohh sí tantos.
Puerto de hambre cosida
en pulgares carreteras
vencida noche de ensambles
en los caracoles del cuerpo
cuan trizada pared del sueño
del rompecaminos que vive despierto.
Una polilla en el farol
mira la luna que el hombre le dió.
Ya no llega lejos, se queda cerca,
cerca del hombre, cerca del hombre.
Puelche amor ventisca seda
ala flor del alma pena
truna la inocencia.
El caracol y la polilla amando la vida
para volverse a ver.
Los años pasan volando dice ella
pero a mí me cuesta tanto
si apenas me arrastro hasta su vivir.
Se fue, se fue, llegó, llegó buscando el norte.
viernes, abril 16, 2010
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