Al espejo el esfuerzo por belleza se pinta la máscara
y sale a mirarse en otros reflejos.
Dijo el padre el sueño y lo tomaron en la infancia
para botarlo en adolecencia.
Quiere que la busquen los amantes, amarlos, cambiarlos y volver triunfante.
Entremedio aprender el juego de llorar cuando conviene
y dejar los abrigos abiertos en todos los finales.
Y sobretodo mirar repetidamente los colores del andén,
amenazando con caer de la nube
escuchando las hambres del mendigo.
Sobreviviendo a los anónimos y a las pesadillas del corazón
por ser del viento la hoja más liviana.
Sobrevive a esta vida muriendo.
martes, abril 13, 2010
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