domingo, noviembre 08, 2009

san infortunio

Porque es esencial
morirse con los veredictos
que dicen las dueñas de las leyes del hombre
sicario, hombre cesante, impotente.
El se acaba con la tinta
piel carcomida por derrocas
huidobros, lihnes y tellieres
Perdóname poema incompleto
entrometí mis penas en las tuyas
y antes de disolverte
te convertí en alcohol.

Es tarde para el hambre
para las decepciones
y para todos los momentos
que cualquiera pueda recordar
porque somos hombres
y con el tiempo
nos acabamos mirando
contra los motivos
que nos hacen ser.


Para ti, para mí
castigamos nuestros horizontes
por verse tan lejanos e insolubles
cuídate de las enfermedades
ojalá te tratara de amor
y no apretara mis labios en una mentira
que me he contado antes de dormir.
San afortunado al suelo, abandonado
el calambre de mis peras
ha partido la mandíbula del amante indeseado
una semana más, una menos hoy otras más mañanas.
Porque no me dejas dormir
pretendo quebrantar las letras
y definir los poemas improvisados.
Absurdo es calentarle la cama a tu mujer
y no dormir con ella
Peor es dormir con su hermana
y desearla por todo lo que se parecen
No a los sí y si es sí no lo creas
a menos que te canten veinteañeras
un blues rasposo de vino
y desconfíos de libres convivencias.
El día que más te convenga
amante en bruto,
hunde ese Viernes en un Jueves
y vuélvelo Domingo.

Tratón masoquista de hígado
hipiento de pocos hechos
demasiados tratalenguas
un beso de despedida
y no pidas más.

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