yo no sé decir
que sí
a los niños que a ciegas
van tanteando el fin
del hombre que fundió
el broche de plata al corazón
sucio farol benefactor
de traje y batallón.
les asusta que los miren a los ojos
hay un vacío ahí que reconosco
una cueva llena de penas
sonrísas que no esperan acabar
para ocultar la soledad
que tan mal se les da
luego de actuar toda la vida
trepando en sociedad.
muestrame que tienes ahi
escondido entre el decir
y hoy tu voz retumbará
sangre de ti
dime quién mantiene al bien
pegado a la pared
con un rostro de inocencia
que no se cree ni él.
sonríeme por los sueños
recuerdos del ayer
descúbrete los horizontes
hay mucho que hacer.
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