miércoles, julio 30, 2008

Rojo carmesí















Podría recorrer mil valles

buscando tu improbable figura.

Confundiéndote en recuerdos

que me lleven a la cuna.

Bajo las nubes irán las ideas

de un futuro distante.

Esparcidas entre rincones

tras volar por nuevos aires.

Serán la tinta ingrata

con la que he de surcar los mares.

Más allá del horizonte

no habrá quien nos separe.

Ahogado de vez en vez

suspiraré mi aliento helado.

Lo tendré de único abrigo

en este camino desolado.

Tomaré decisiones erradas

a propia consciencia.

Las sombras nocturnas

reirán por su elocuencia.

Amordazaría los sueños

de no escuchar al silencio.

Dejaría tiritar los ojos

para retroceder el tiempo.

Uniría miradas incrédulas

en una triste palabra.

Lejos donde quedan sólo

los secretos del alma.

Jamás encontró la lluvia

tan fiel compañía.

Nadie más la aconsejó

sin desear lo que está arriba.

Se perdió poco a poco

la sangre en unas líneas.

Mientras temblaba la muñeca

sobre un papel con vida.

Escaparon al fin los años

cargando mi antigua fe.

Cada letra es una huella

de lo que no pudimos ser.

Tal vez seguiré descalzo

un destino inexistente.

Y soñaré con traspasar

las barreras del presente.

Perderé la vida en el intento

de eso no hay duda.

Quizás cuando me encuentre

Cansado de tu locura...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es perfecto... escribes demaciado lindo, y con mucha profundidad tambien.. Quizás cuando me encuentre
Cansado de tu locura... me encanto.. nos vemos pronto.