No hace falta que te vea en un lamento
que imagine tus defectos inexistentes
casi incompetente es mi rol pretendiente
con un te quiero puedo caer en silencio
como un ave sin esfuerzo que planea
en los vientos que estrello entre mareas.
Puedo redimirme con un silencio
un recuerdo del ensueño carcelero
que me haga ver los humos ilusos
que nublan mis lienzos ahora difusos.
Con un par de ocasos decorados
en abandonos floridos y errados
castillos de valles elegantes
que roban mis suspiros improbables.
Podría llorar con un momento especial
Con tu sonrisa de brisas ariscas
juguetonas y odiosas maravillas
podría caerme en mil fantasías
o dedicarme a este errado enigma
Sin una mala caricia entrometida
que ya haya sido consentida
Podría confundir con el infinito
lo que llevo en la orilla del rió
a ocultar en un abismo de cirios
para que nadie vea el desvío.
Brillantes maleantes de esperas
que veo en mis cielos sin estrellas
aunque me odie por no dejar secreto
de lo que protesta el sol naciente,
cada mañana de la incipiente
manera de ser indiscreta,
sin lugares en que quede ciega
para llevarle las estelas
en perfumes de doncellas.
Que aun guardan las hileras
de marionetas vacías y huecas.
Rodando en la inocencia
una imagen en decadencia
de niñitas magdalenas…
que duermen sin paciencia.
sábado, mayo 10, 2008
OjO
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