tengo un corazón de vidrios rotos
en cada respiro recuerdo
la vida que dejamos partir
y aunque nos duela
el miedo fue más fuerte que nosotros
y las palabras de los viejos estandartes
nos levantaron temprano por las estaciones
hasta hacernos animales ciegos
portadores de la tristeza colectiva
de los viajes superficiales
del eco sin memoria que sube por las alcantarillas
y en esto se no fue la risa
como un fantasma golpeado por la luz
más los anillos rodaron por tu piel
síntomas de la ciudad en caída libre
de la sombra hecha camino
de la palabra manoseada y confundida.
Ese corazón de vidrio se sacude
vuelve a soñar algunos días
luego se arrepiente bajando de la nube
y toca las realidades del tiempo
y las murallas lo desvisten
se cansa del ladrido moribundo
de los callejones azules
y vuelve a pararse deterioradamente
sobre la vida que dejamos partir.
miércoles, abril 08, 2015
martes, abril 07, 2015
*`´*
al menos una día a la semana
me junto con mi pena a recordarte
a mirar las fotos quemadas
los cuadros rotos
las plumas pegadas en la pared
y me siento a ver las cosas muertas
a hacerlas desfilar por mi cabeza
en una procesión de imperdonables
de fuego cruzado
de árboles cayendo.
Y la sombra va desapareciendo
con la claridad del abandono
las estrellas se van apagando
la luna vuelve a ser la luna
toda la ilusión del hombre
desaparece cuando sufre
y arropado con sus ideas
sabe que nadie se levanta
sobre la vida
el silencio me invade
al menos una vez a la semana
no me escucho tras el tambor
que golpea mi pecho
y quien diga que estos dolores
no son físicos
no ha estado enfermo de amor
ni ha enterrado un sueño
junto a un árbol
ni ha convertido su vida
en algo significante
aún
y en esta calle de olvidos
te vengo a rescatar
de mi rabia
antes de perderme
tirado en la cuneta
decepcionado de creer
ahogado en mis preguntas
destruyendo las promesas
que dejaste plantadas
y anochecen las despedidas
mañana no despiertan
las caras se difuminan
nadie conoce
el testimonio de un perro
que ladra al destino
irremediable y capaz
sonámbulo y herido
de muerte y mañana
de vida y de ayer.
me junto con mi pena a recordarte
a mirar las fotos quemadas
los cuadros rotos
las plumas pegadas en la pared
y me siento a ver las cosas muertas
a hacerlas desfilar por mi cabeza
en una procesión de imperdonables
de fuego cruzado
de árboles cayendo.
Y la sombra va desapareciendo
con la claridad del abandono
las estrellas se van apagando
la luna vuelve a ser la luna
toda la ilusión del hombre
desaparece cuando sufre
y arropado con sus ideas
sabe que nadie se levanta
sobre la vida
el silencio me invade
al menos una vez a la semana
no me escucho tras el tambor
que golpea mi pecho
y quien diga que estos dolores
no son físicos
no ha estado enfermo de amor
ni ha enterrado un sueño
junto a un árbol
ni ha convertido su vida
en algo significante
aún
y en esta calle de olvidos
te vengo a rescatar
de mi rabia
antes de perderme
tirado en la cuneta
decepcionado de creer
ahogado en mis preguntas
destruyendo las promesas
que dejaste plantadas
y anochecen las despedidas
mañana no despiertan
las caras se difuminan
nadie conoce
el testimonio de un perro
que ladra al destino
irremediable y capaz
sonámbulo y herido
de muerte y mañana
de vida y de ayer.
tu amor es una botella rota
y no me aferro a los escombros
una silueta se balancea
entre las ramas ardientes
pendiendo de la turbulencia
y en el cielo se escribe
la noche que elevaste sobre ti
somos astros de una playa perdida
un oleaje que se esconde en las conchas
un puñado de piedras arrojadas al mar
cada una con un nombre del pasado
tu amor es una puerta
por la que crucé hacia mi mismo
y donde amanecí solo
mirándote esas manos frías
con las mias
y esos ojos oscuros con mi sangre.
la verdad nunca nos quiso
hasta que vino a buscarte
a hacerte entender que tenías que irte
que estabas tan lejos de todo
que esta vez lo que sea que viviera
estaba suicidàndose
dentro de esa luna absurda.
Y que ese pájaro extraviado vino cayendo
desde el sol al roquerío
en el vuelo triste de lo viejo
con el corazón astillado
asomando su luz de vidrios rotos
como un prisma que se inflama.
pero mentiste desde un comienzo
no conocías la muerte
y tus palabras fueron devueltas
en el momento que las negaste.
Lo que se ha ido es humo
el temporal quedó en el alma
la sangre llego al sueño
las palabras se hicieron agua.
una silueta se balancea
entre las ramas ardientes
pendiendo de la turbulencia
y en el cielo se escribe
la noche que elevaste sobre ti
somos astros de una playa perdida
un oleaje que se esconde en las conchas
un puñado de piedras arrojadas al mar
cada una con un nombre del pasado
tu amor es una puerta
por la que crucé hacia mi mismo
y donde amanecí solo
mirándote esas manos frías
con las mias
y esos ojos oscuros con mi sangre.
la verdad nunca nos quiso
hasta que vino a buscarte
a hacerte entender que tenías que irte
que estabas tan lejos de todo
que esta vez lo que sea que viviera
estaba suicidàndose
dentro de esa luna absurda.
Y que ese pájaro extraviado vino cayendo
desde el sol al roquerío
en el vuelo triste de lo viejo
con el corazón astillado
asomando su luz de vidrios rotos
como un prisma que se inflama.
pero mentiste desde un comienzo
no conocías la muerte
y tus palabras fueron devueltas
en el momento que las negaste.
Lo que se ha ido es humo
el temporal quedó en el alma
la sangre llego al sueño
las palabras se hicieron agua.
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